¿Por qué debes probarlo?
Porque es un rosado gallego, para empezar, y estamos seguros de que o no los has catado o has catado pocos.
Elaborado con caíño tinto, este vino destaca por su nervio, su sabor fresco y su deliciosa acidez. El color ya promete los aromas frutales que regala a posteriori, sabroso y goloso, un ejemplo claro de lo bien que se está trabajando el vino (de todos los colores) en Galicia. Un momento. ¿Qué es eso? ¿Salinidad? ¿En un rosado? Lo que faltaba. Maravilla.
Denostar el rosado empieza a oler a rancio, así que abridle las puertas.